Cuando se tienen problemas financieros reconocerlos y asumir que no se podrá seguir manteniendo un hogar es muy difícil. Muchas personas lo consideran un fracaso y experimentan vergüenza. Según nuestra experiencia, uno de los mayores miedos de los deudores es que su familia se entere y por eso tienen la constante preocupación de ocultar lo que les ocurre.

Al salir la verdad a la luz, en muchas ocasiones, se producen conflictos al interior de la familia e incluso existen matrimonios que se fracturan en forma definitiva. Pero, si ya tenían problemas económicos, el divorcio solo viene a agravarlos.

Los cónyuges ya no completarán sus ingresos para financiar gastos en común. Quien abandona el hogar deberá usar sus ingresos para mantenerse en una nueva vivienda y también para cumplir con sus obligaciones, como el pago de pensión de alimentos, y todo se hace aún más complejo”, afirma el abogado de grupodefensa.cl Mario Espinosa.

Ajustar el bolsillo a esta nueva realidad no es sencillo y, muchas veces, se toman malas decisiones. Hemos visto que las personas, a pesar de las deudas, vuelven a recurrir a herramientas que profundizan todavía más su endeudamiento, como el uso de avances, tarjetas de crédito del retail, ocupan el cupo de la línea de crédito o piden créditos de consumo para solventar gastos de corto plazo.

Además, entre los adultos pueden existir conflictos para decidir con quién vivirán los hijos que tienen en común y la fijación del régimen de visitas. Un proceso que resulta muy doloroso y dificulta la relación parental.

Para evitar llegar a esta situación, recomienda el abogado, “es clave asumir que existen problemas financieros, enfrentarlos y buscar una solución oportuna. Se debe asesorar por especialistas y comunicar a sus cercanos lo que sucede, porque terminarán enterándose, ya sea por llamados de cobranza o por una orden de embargo. Al hablar se sentirá más tranquilo y podrá abordar el problema de mejor forma”.

A continuación, dejamos algunas recomendaciones que pueden ser útiles:

Reconoce el problema

Otro punto importante es aceptar que se enfrenta un problema y que se vive una crisis financiera. Tratar de negar o esconder la situación sólo generará más inconvenientes. Ser consciente de cómo estamos, permitirá ver con claridad las cosas y tomar la mejor decisión.

Intenta pensar en otras cosas

Es fundamental no quedarse todo el tiempo pensando en las deudas. Ayudará el planificar proyectos o generar nuevas ideas, cambiar el foco. “Hoy más que nunca se requiere de la autoconfianza, también de pensamientos que permitan sobreponerse a la adversidad”, indica Espinosa.

Atreverse a hablar

Mantener silencio y ocultar lo que sucede contribuye a una mayor angustia. Puede servir hablar con un familiar o alguien cercano y de confianza. Buscar apoyo es importante, por ejemplo, para mirar la situación desde otra perspectiva. Vivir una situación de crisis financiera sabiendo que se cuenta con alguien y conversar sin juicios puede aliviar el proceso, comenta el abogado.

Actúa rápido

Espinosa comenta que ante los problemas financieros “es clave actuar de forma oportuna y que, además, de contar con el apoyo familiar, se debe buscar la asesoría de un profesional que pueda orientar para encontrar una solución legal”.

Conoce tus derechos

Los deudores tienen derechos y alternativas legales para solucionar sus problemas de endeudamiento.

Las personas podrían recurrir a la Ley 20.720 de Insolvencia y Reemprendimiento, también conocida como ley de quiebra, que les permitiría optar por el procedimiento gratuito de renegociación de sus deudas; o en caso de que no le seas posible pagar, porque sus deudas superan ampliamente sus ingresos, existe otra alternativa, que es declararse en quiebra.

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